Caminar por el Carlos Tartiere era un momento muy esperado por mi. Tanto oír hablar del Real Oviedo en los 90 jugando en primera, con muchas figuras internacionales y en el antiguo campo, ubicado donde esta hoy el Palacio de Congresos de Calatrava. En el momento que estuve en Oviedo no lo dude, no me importo que atardeciese y que hubiese una fina llovizna cayendo del cielo. Allí me fui.
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| El Carlos Tartiere desde la cima |
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| Desde fuera, se puede ver hasta el cesped |
Existe desde el año 2000. Esta ubicado en un gran desnivel que hace que desde una carretera aledaña puedas tener detalles de las gradas y el campo. Precisamente por este elemento que a primera vista lo hace muy diferente y bonito, ha recibido numerosas criticas que alegan que tiene pocas salidas directas, en caso de evacuación, lo cual en mi opinión es cierto.
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| El graderío |
Es azul, como no podía ser de otra forma. Hasta cierto punto, tiene un aire de parecido con el
Dragao de Oporto. Azules los dos, con una curva en el techo del lateral. A primera vista es grande. Como tiene que ser para albergar a todos los seguidores de un club como el Oviedo que en 2012 se vio obligado a hacer una ampliación de capital para poder salvarse como entidad y que lo ha llevado a tener 9000 accionistas en 86 países. Precisamente a estos, se les dedica una puerta, por la cual acceder y un mensaje que los recibe, manifestando el agradecimiento por haber ayudado a salvar a uno de los equipos con mas historia del fútbol español.
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| La Puerta de los accionistas del Carlos Tartiere |
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| Panoramica desde el Monte Naranco |
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